Por Yasmel Corporán
La ética es la ciencia que estudia el comportamiento moral de los individuos. Está presente en cada acción de las personas, eso incluye el aspecto profesional.
Actuar con ética habla bien de nosotros y nuestra calidad como profesionales. Por eso hoy comparto con ustedes el Código Ético para Periodistas. Este código ha de ser nuestro aliado en el ejercicio de esta hermosa y apasionante carrera.
Según el texto publicado en el año 1983 por la UNESCO (Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), el Código Profesional
de Ética Periodística se compone de los siguientes acápites:
1. El derecho del
pueblo a una información verídica. Las personas tienen derecho a recibir una imagen objetiva de
la realidad y de expresarse libremente a través de los diversos medios de
difusión de la cultura y la comunicación.
2. Adhesión del
periodista a la realidad objetiva. La tarea primordial del periodista es proveer una información
verídica y auténtica con apego a la realidad, situando los hechos en su
contexto adecuado, permitiendo que los acontecimientos, procesos y situaciones
sean comprendidos de la manera más objetiva posible.
3. La responsabilidad social del periodista. En el periodismo, la información se
comprende como un bien social y no como un simple producto. Esto significa que
el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida. El
periodista es, por tanto, responsable no sólo frente a los dueños de medios,
sino también frente al público, tomando en cuenta la diversidad de los
intereses sociales. La responsabilidad social del periodista implica que éste
actúe en todas las circunstancias de acuerdo a la ética.
4. La integridad
profesional del periodista. El papel social del periodista exige que la profesión mantenga un alto
nivel de integridad, que sea un buen ser humano. Esto incluye el derecho del
periodista a abstenerse de trabajar en contra de sus convicciones o de revelar
sus fuentes de información, y también el derecho de participar en la toma de
decisiones en los medios de comunicación en que emplea. La integridad de la
profesión prohíbe al periodista el aceptar cualquier forma de remuneración
ilícita, directa o indirecta, y el promover intereses privados contrarios al
bien común. El respeto a la propiedad intelectual, sobre todo absteniéndose de
practicar el plagio, pertenece, por lo mismo, al comportamiento ético del
periodista.
5. Acceso y
participación del público. El carácter de la profesión exige, por otra parte, que el periodista
favorezca el acceso del público a la información y la participación del público
en los "medios", lo cual incluye la obligación de la corrección o la
rectificación y el derecho de respuesta.
6. Respeto de la vida
privada y de la dignidad del hombre. El respeto del derecho de las personas a la vida privada y a
la dignidad humana, así como las leyes sobre la difamación, la calumnia, la
injuria y la insinuación maliciosa, son parte integrante de las normas
profesionales del periodista.
7. Respeto del interés público. Por lo mismo, las normas
profesionales del periodista prescriben el respeto total de la comunidad
nacional, de sus instituciones democráticas y de la moral pública.
8. Respeto de los valores universales y la
diversidad de las culturas. El verdadero periodista defiende los valores universales del humanismo,
en particular la paz, la democracia, los derechos del hombre, el progreso
social y la liberación nacional; y respeta el carácter distintivo, el valor y
la dignidad de cada cultura, así como el derecho de cada pueblo a escoger
libremente y desarrollar sus sistemas político, social, económico o cultural.
El periodista participa también activamente en las transformaciones sociales
orientadas hacia una mejora democrática de la sociedad.
9. La eliminación de la
guerra y otras grandes plagas a las que la humanidad confronta. El compromiso ético por los valores
universales del humanismo previene al periodista contra toda forma de apología
o de incitación favorable a las guerras de agresión y la carrera armamentista,
especialmente con armas nucleares, y a todas las otras formas de violencia, de
odio o de discriminación, en particular el racismo y el apartheid, y le incita
a resistir a la opresión de los regímenes tiránicos, así como a las otras grandes plagas que afligen a la
humanidad, tales como la miseria, la desnutrición o la enfermedad.
Así, el periodista puede contribuir a eliminar la ignorancia
y la incomprensión entre los pueblos, a hacer los ciudadanos de un país
sensibles frente las necesidades y deseos de los otros, a asegurar el respeto
de los derechos y de la dignidad de todas las naciones, de todos los pueblos y
de todos los individuos, sin distinción de raza, sexo, lengua, nacionalidad,
religión o convicciones filosóficas.
Se hace propicio citar, que esta es la parte más importante
de la labor periodística, ese es nuestro legado en el mundo. Si con tan solo
uno de nuestros escritos, somos capaces de transformar el pensamiento de la
colectividad o de contribuir a la mejora de un
problema social, podemos darnos por bien servidos.
10. Promoción de un
nuevo orden mundial de la información y la comunicación. En el mundo contemporáneo, el
periodista busca el establecimiento de nuevas relaciones internacionales en
general y de un nuevo orden de la información en particular. Ese nuevo orden,
concebido como parte integrante del nuevo orden económico internacional, se
dirige hacia la descolonización y la democratización en el campo de la
información y de la comunicación, tanto en los planos nacional como
internacional, sobre la base de la coexistencia pacífica entre los pueblos, en
el respeto pleno de su identidad cultural. El periodista tiene el deber
particular de promover tal democratización de las relaciones internacionales en
el campo de la información, notablemente salvaguardando y animando las
relaciones pacíficas y amistosas entre los pueblos y los Estados.
La ética es tu mejor carta de presentación, no podemos
quedarnos de brazos cruzados cuando vemos algo mal, porque eso también nos hace
ser cómplices de esa falta de ética, así que ante cualquier acción debemos
saber detectar, denunciar y corregir, para así desenmascarar las intenciones
que se tengan de dañar a dignidad de las personas o banalizar y parcializar la
opinión de un periodista.
Es importante actuar con ética, nos ayuda a tener credibilidad,
para reconstruir el sentido de la sociedad que tanto se ha perdido y poder
instruirla en valores otra vez. No hay mejor manera de servir.
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